viernes, marzo 02, 2007

AL IR CAMINANDO....

De pronto vino a mi cabeza la realidad de mis sentimientos: el amor es una emoción a la que yo considero como una mascara, porque sólo se ve una parte de ella. No podemos negar que muchas veces queremos ver y escuchar lo que deseamos, y dejamos atrás lo que realmente es. Uno hace sus mayores esfuerzos, luchas, lloras, te caes, te levantas, piensas, amas, quieres y muchas cosas; sin embargo la cuestión es ¿qué ha hecho él por ti?, nada. Sólo preocuparse por él, por cómo será su futuro, por su vida, y… ¿dónde quedamos nosotras? No lo sé, pero mientras te desgarras por hacerlo feliz sin importar lo que pase contigo, esperas, extrañas, deseas… y? qué sigue?

Soy una mujer de 26 años, con una enfermedad incurable, soltera, independiente, profesionista, sencilla, muy vulnerable a lo interior, pero fuerte a lo exterior, segura, madura y llena de amor. Sin embargo, ¿quién querría estar con alguien así?, no es por menospreciarme, simplemente soy realista, pero ahora sé muy bien quien soy.

No me da miedo la muerte, al contrario sería la paz para mi, es otra etapa de la vida, sin embargo no quisiera irme de la peor manera, sólo irme y dejarles algo de mi. He compartido con la soledad la mayor parte de mi vida, a veces es bien recibida, pero a veces apesta, me ha servido para conocerme, pero también para darme cuenta que el egoísmo es una defecto natural en el humano.

He vivido increíbles situaciones, en donde si volviera a nacer lo haría de nuevo, no me arrepiento de nada, ni siquiera de mis errores, porque de ellos aprendí a vivir a manejarme en este mundo de adultos, el cual es tan difícil, que desearía ser una niña de nuevo.

Me di cuenta que el mundo no es tan pequeño como yo creía, es más grande de lo q pensé, la gente es la misma estés donde estés, lo único que cambia es el lugar. Deje mi corazón a unas 5 horas de aquí, donde nace el café. No sé si éste regresará a su lugar, me siento vacía, pérdida y ahora sólo vivo de mis recuerdos, no quiero ya pensar, no he podido dormir por las noches, pero en el día sólo quiero cerrar mis ojos.

No tengo idea en que lugar ocupo en su vida, no sé si me recuerda o al menos si me tiene presente, pero lo que sé es que si la vida es un instante… esos instantes que estuve ahí fueron para mí toda una vida.

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