Fuimos lokales otra vez!!!

El 9 de abril a las 17:00 hrs se disputarían los más grandes rivales del futbol mexicano: América-Pumas en el Establo Azteca nido de las pinchurrientas gallinas, en fin dicho partido era de vida o muerte, ya que ambos equipos iban igual: 17 puntos y tercer lugar de su grupo, este enfrentamiento dependeria del posible pase a la liguilla y resultar campeón.

Creo que ahora no será necesario platicarles qué pasó con esta lucha, lo importante es el desmadre chido que se vivió con la mejor barra de futbol: La Rebel. Tampoco será importante describir los hermosos goles de Parejita, de Marioni ni tampoco de Castro, esos ya están escritos en la historia y claro tatuados en la cabeza de la Monu y sus pollitos.

La Rebel se reunió a las 10 de la mañana en nuestro estadio en CU, en una hora y media ya eran unos 1000 inchas dispustos a dar su alma por el equipo y como no por demostrar que somos los mejores.

Ya entrada las 2 de la tarde estaban reunidos en el azteca gritando y apoyando al auriazul. Por mi parte, yo no me reuni con ellos, porque fui con una amigo, que por cierto le agradezco mucho el que haya ido conmigo, y que no dejara que me sucediera nada: gracias Crisitan eres bien chido!!!

En fin, yo llegue a eso de las tres y media, desde la avenida del Imán se oían los canticos y los aplausos, me dolia el estómago de pensar que nos estaban esperando para seguir con la fiesta. Lo malo de esto fueron los polícias, creyendo que somos unos delicuentes nos trataron como de lo peor, pero claro yo no me deje, perdón pero les hice recordar a su madre santa y bueno me dejaron pasar.

Ya en el lugar indicado, lo primero que cante fue: "El puma no tiene muujeeer, el Puma no tiene maridiooo, pero tiene un hijo putooo que se viste de amarillo", subimos y pues la banda buena onda nos apoyaban, nos detuvimos cerca de la pantalla donde esta la mera Rebel, ahi todos fuimos compas y juntos cantamos nuestra Goya.

Durante el partido les demostramos a los pollos monus que los lokales somos nosotros, vayamos a donde vayamos, era bastante cagado únicamente ver como brincaban y ondeaban sus banderas sin oir nada de lo que decian, es más ni siquiera sabemos qué diablos cantaron, sólo se veian unos weyes bailando.

En cambio, nosotros teníamos la mejor fiesta, las Goyas, el Como no te voy a querer, el canto a Cuauhtemoc, Moja la camiseta, Pideme un traguito, pideme un papel..., Palo Palo bonito, ole ole ole, y más.

Los 3 goles fueron la gloria de esta barra, y claro mi victoria por una apuesta: una deliciosa playera de la Selección original. En fin, fue el día más chido de mi vida, el más divertido y claro el más glorioso, ahora me doy cuenta que al morir lo último al recordar será el desmadre de la Rebel.

"Y ya lo ven, y ya lo ven, fuimos lokales otra vez..."