lunes, noviembre 23, 2009

ALUCINACIONES


A veces siento que te miro en el asiento de mi sala, fumando un cigarrillo, con esa mirada dulce y obscura de la que te caracteriza, con movimientes sombríos lo tomas, lo llevas a tu boca llena de dolor y crueldad, inhalas con sutil firmeza dejando pasar el humo por tus pulmones y soplas con ligereza que no te fijas en el diminuto mareo que te hace sentir esta droga.


Despierto... tu sombra en la cocina me causa emoción, respiro aceleradamente y siento tus manos como acarician mi pelo, mi espalda, mi vientre... en mis oídos tu voz se vuelve eco endulzado como manzana caramelizada. Desapareces...


Reacciono y mis ojos se llenan de lagrimas ácidas que recorren mi rostro desmaquillado e hinchado de dolor... de pronto siento un ligero desprecio por tu silueta, "no quiero verte nunca más", me repito minuto a minuto. Es inevitable el desaire de la brisa matinal, el agua de la ducha, mi mirada en el espejo.


Me quedo inmovil y detrás de mi, vuelvo a presenciar tu delgadez, entre el vapor y el olor a jabón te recreo en mis sueños y en mis imaginaciones, me convierto en actriz e inventó un diálogo entre tu y yo, siempre salgo ganando la batalla, pero un tercero siempre gana la guerra.


"Ya no puedo más", me digo a mi misma, es como si fueras mi karma, como si mi aura se nebulece, como si mis fotografías desaparecieran como si mi perro llorara por dentro.


El balcón es como mi salida de espera, como mi entrada de llegada, como el aire que me hace falta en ausencia de tu aliento, desearía que alguien llegara y tomara su lugar, pero mil veces mejor, sin heridas, sin indiferencia, sin rechazo...


Me siento en mi cama, con la mirada inmovil, clavada y seria, dejo de pensar, mi cerecbro deja de funcionar y mi corazón es que lleva la pauta de mi cuerpo, me dejó caer en el piso y encuentro el polvo de tu ropa, de tus tenis, de tu alma. Me quedo callada y miró al Cristo crucificado, me cuestionó si el dolor es merecido, no lo sé, me siento culpable, me siento ofendida, me siento...


Sólo deseo lo mejor para ti y lo mejor para mi, la vida te pone pruebas, obstáculos, premios y sobre todo respiro, dejame encontrar la paz y desaparece de todo rincón de casa, vete de mi lado y no me toques, no me mires, no me extrañes, y así sólo así te dejaré ir de mis huellas, de mi aliento, de mi luna.


Gracias por ser tu, gracias por la felicidad. A ti que me amaste con tanta fuerza....




3 comentarios:

sandrita bonita ja dijo...

ahhhhh me he sentido así, pero el dolor pasa y dsp sólo será un mal recuerdo y hasta reirás por lo q ahora pasas. TQM

Ross!!! dijo...

Mir...
me hizo recordar todo el dolor que una vez senti, sabes q te entiendo, pero se q el tiempo es el mejor aliado, y llegara un dia en q encuentres la paz q tanto necesitas, sigue escribiendo, te servira, un besote... !!!

Ross....

Anónimo dijo...

alo????
Vaya, creo que la distancia me ha arrebatado la posibilidad de saber de ti... Cada vez que nos traga la soledad y la tristeza, estamos màs cerca de entender que es el ser humano. Vaya un abrazo de acà para allà... si lo aceptas. Con respeto y cariño... ya sabes quién.